Mandala del Bicentenario

La palabra mandala proviene del sánscrito y significa “círculo mágico o encantado”. A mí me agrada definirlo como círculo virtuoso y, en realidad, lo veo como un círculo de oración. Los antiguos celtas se reunían para expresar sus buenos deseos. Esta tradición también fue practicada en Oriente. En momentos de crisis o peligro, la humanidad busca en sus diseños geométricos cierta regulación de la estabilidad y el equilibrio que le pertenecen naturalmente. En mi obra “Mandala Argentino” trato de recrear los colores del símbolo nacional, que tan generosamente nos entregó Belgrano. Es, a la vez, la manifestación de un deseo que se establece como círculo virtuoso y que a modo de oración pide para la Argentina toda la paz, unión y libertad que necesita.

Mercedes Sierra